Edificios Públicos con acceso privado

Cada vez son más las dependencias públicas que restringen sus accesos: lo cierto es que las nuevas políticas de Cambiemos, proponen para control del personal, una política casi de policía al estilo de 1084. Pero en esa política hay incluso una situación emergente que parece pasar desapercibida: Se restringe cada vez más el acceso a los edificios públicos.

Lo cierto es que la aparición de los molinetes en los edificios públicos, no solamente controla al personal que allí adentro trabaja, muchas veces incluso contando los minutos de descanso que tienen los trabajadores. Paralelamente se da otra situación clara que preocupa porque parece una avanzada silenciosa: la restricción pareciera guardar todo de “puertas para adentro”.

Hoy el ciudadano común no tiene forma de acceder a los edificios públicos, si no tiene una reunión confirmada y pautada con anterioridad, o un funcionario específico esperando verlo. Lo cierto es que por más seguridad que se intente exponer: esa seguridad es la que se choca con la falta de transparencia, y la necesidad de ocultar lo que pasa puertas para adentro de los edificios públicos.

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