La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Añez, tiene coronavirus
La situación sanitaria en Bolivia empeoró hoy con una nueva cifra récord de contagiados de coronavirus, los hospitales de las principales ciudades en estado de emergencia por falta de recursos, la aparición de los primeros brotes en cárceles y el anuncio de la presidenta de facto,Jeanine Áñez, de que está infectada y en cuarentena.
«Junto con todo mi equipo hemos estado trabajando por las familias bolivianas todo este tiempo y, dado que esta semana muchos de ellos dieron positivo al coronavirus, me hice la prueba y también ha dado positiva», contó Áñez en un video difundido en sus redes sociales.
«Voy a estar en cuarentena durante unos 14 días hasta que me haga una nueva prueba para ver cómo estoy. Me siento bien, me siento fuerte y voy a seguir trabajando de manera virtual desde mi aislamiento», agregó desde lo que parece ser su residencia.
El caso de Áñez es el sexto en el Gobierno.
Cuatro ministros del gabinete están enfermos de Covid-19 -los de Minería, Jorge Oropeza; Trabajo, Oscar Mercado; Salud, Eidy Roca, y Presidencia, Yerko Núñez, este último, internado-, y hace dos días se sumó el presidente del Banco Central, Guillermo Aponte.
Asimismo, el diputado opositor Julio Jiménez murió el lunes pasado, luego que varias fuentes, incluso del Gobierno, informaran que estaba enfermo de la Covid-19.
En el parlamento hay varios legisladores contagiados y su presidenta, Eva Copa, se encuentra en aislamiento preventivo, aunque continúa encabezando sesiones virtuales.
Bolivia volvió hoy a registrar un récord diario de contagios por coronavirus que hizo subir la cifra total a casi 43.000, mientras la creciente saturación de centros de salud ante el aumento de casos preocupa a las autoridades.
El último reporte del Ministerio de Salud indica que ya son 42.984 los casos confirmados, tras nuevas 1.439 infecciones informadas hoy, en tanto los fallecimientos llegan a 1.577 en la nación andina de cerca de once millones de habitantes.
Las principales ciudad de Bolivia -Santa Cruz, El Alto, La Paz y Cochabamba- reportan cada día situaciones que llevan a hospitales y otros centros de salud a declararse en emergencia por falta de recursos humanos y materiales para atender el aumento de enfermos, advirtiendo que se ven obligados a cerrar o a limitar sus servicios a las emergencias.
La ciudad de Cochabamba, con más de 600.000 habitantes, registra casos de personas que fallecen en la calle y de familias que deben esperar días para poder enterrar o incinerar a fallecidos por Covid-19, ante la saturación del cementerio, con protestas sociales ante las autoridades en demanda de soluciones.
Cochabamba y Santa Cruz tienen cementerios en los que se excavan fosas de urgencia, al igual que sucedió en otras ciudades bolivianas como la amazónica de Trinidad cuando se produjeron brotes de la enfermedad.
Además, el director nacional del sistema penitenciario nacional, Clemente Silva, advirtió que la Covid-19 ingresó en las cárceles de seis departamentos del país, e informó que hasta ahora hay 91 casos confirmados de presos contagiados.
«Tenemos 91 personas privadas de la libertad que son positivas, 99 sospechadas y 59 curadas. La Covid-19 entró en las estructuras carcelarias de seis departamentos, los departamentos en los que no ha habido casos con Pando, Potosí y Tarija», explicó Silvia al canal Cadena A, citado por la agencia de noticias local ABI.
Poco después, el viceministro del Interior, Javier Issa, reconoció que la llegada del coronavirus a las prisiones «es bastante preocupante» y, por eso, el Gobierno anunció una serie de medidas preventivas, entre ellas la creación de zonas de aislamiento dentro de la prisión y líneas de teléfono para alertar a la familia ya que las visitas están prohibidas.
«Hay que comprender que las cárceles son como unas pequeñas ciudadelas que por la precariedad se ha improvisado construcciones de forma desordenada, que permiten el contacto entre privados de libertad, por lo que se ha dispuesto que se autoaíslen y se realice una fumigación», explicó también a la prensa el viceministro interino de Seguridad Ciudadana de Bolivia, Wilson Santamaría, según la agencia de noticias EFE.
Bolivia tiene declarado estado de emergencia sanitaria desde fines de marzo, con una cuarentena que se ha ido flexibilizando y endureciendo de nuevo por fases en función de un mapa de riesgo por regiones y municipios del país, que está ampliada a todo julio.
Además, atraviesa una profunda crisis política desde el año pasado.
Áñez asumió la Presidencia en noviembre, en medio de un clima de violencia y protestas, tras ser elegida en una sesión del Senado sin quorum y de la renuncia y denuncia de golpe de Estado del ahora exmandatario Evo Morales.
La exsenadora prometió dirigir el Gobierno solo de manera temporal hasta convocar a nuevas elecciones, pero con la pandemia la fecha electoral se postergó hasta septiembre próximo, aunque Áñez continúa criticando el llamado a las urnas por considerar que la posibilidad de contagio es muy alto.