Homenaje a los veteranos y caídos de Malvinas

Brown conmemora el día del Veterano y Caído en Malvinas con una caravana que saldrá desde el cementerio y pasará por diferentes lugares del distrito emblemáticos para cerrar su recorrido en la Plaza Puerto Argentino en Malvinas Argentinas

Del encuentro participarán las autoridades municipales,  concejales, veteranos de Malvinas y sus familiares, representantes de entidades intermedias, delegaciones escolares, fuerzas de seguridad e invitados especiales.

Un poco de historia

La operación militar consistía en expulsar a la guarnición británica de la Isla y forzar al gobierno británico a negociar. Los mandos militares evaluaban incluso la posible intervención de Estados Unidos en favor de la Argentina frente a Gran Bretaña, como contrapartida a distintas misiones enviadas a países de América Latina.

La noticia del desembarco sorprendió a la población que en general reaccionó en apoyo a la recuperación de las Islas. Hubo movilizaciones espontáneas y organizadas en distintos puntos del país. El apoyo tenía sus matices que se advertían en las consignas de la Plaza.

En los días siguientes el apoyo se concentró en los soldados que estaban siendo mandados al frente. Los conscriptos de las clases «62 y «63, estos recién ingresados al servicio militar obligatorio, con escasa instrucción militar y que en conjunto constituían el 70% de los movilizados.

Margaret Thatcher reaccionó inmediatamente y el mismo 2 de abril tomó represalias: congeló los fondos argentinos depositados en bancos de su país y embargó las exportaciones provenientes del nuestro.

La Comunidad Económica Europea, de la cual Gran Bretaña era miembro suspendió las compras a Argentina por un mes, medida que luego fue prorrogada. En esta guerra económica la Argentina respondió con débiles medidas, como la suspensión de la compra de divisas para cancelar compromisos con el Reino Unido, pero no avanzó en medidas que pudiera afectar los intereses locales de largo plazo, como podría ser accionar contra las inversiones de empresas de ese origen o incluso llegar a expropiar las 500.000 ha de la Patagonia propiedad del enemigo.

La conducción militar argentina no había previsto una respuesta militar británica y tampoco planificó cómo accionar en caso de que se produjera. Tres días después del desembarco, una fuerza de tareas, la más grande desde la segunda Guerra Mundial, se dirigió a las islas.

La imprevisión de los militares tuvo importantes consecuencias en las deficiencias de suministros, abrigos y equipos que sufrieron los soldados argentinos que tuvieron que combatir no sólo a una fuerza inmensamente superior sino también el hambre, el frío y la incompetencia y crueldad de sus propios jefes.

El 1° de mayo Gran Bretaña inició los bombardeos a Puerto Argentino, ex Puerto Stanley y dos días más tarde hundieron el Crucero General Belgrano fuera de la zona de exclusión que ellos mismos habían establecido, dejando 368 muertos, decenas de desaparecidos y heridos.

La información durante la guerra no escapó a las condiciones generales de la dictadura. Al severo control de la prensa que existía desde el golpe de Estado se agregaba la censura típica de todo conflicto.

El 14 de junio, la guarnición argentina a las órdenes del general Menéndez se rindió ante el general Jeremy Moore y más de 10.000 soldados cayeron prisioneros en las islas y durante su desarrollo produjo la muerte de 649 argentinos y heridas a otros 1063.

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