El Gobierno define su agenda energética post pandemia, más allá del gas y el petróleo

 

La agenda energética del Gobierno nacional para la post pandemia contempla el envío al Congreso de una nueva Ley de Hidrocarburos, pero también la definición de una prórroga del régimen de promoción de biocombustibles, el impulso de la electromovilidad y la continuidad del desarrollo de las energías renovables con énfasis en la promoción de tecnologías y proveedores locales.

Estos son los temas que se suman a los que el Gobierno nacional se propuso definir en breve vinculados con los servicios públicos, es decir, la revisión de los cuadros tarifarios como el viernes anunció el presidente Alberto Fernández en la provincia de La Pampa, y la elaboración de un plan de incentivo a la producción de gas para evitar dificultades de abastecimiento en el pico de demanda invernal del próximo año.

En el Ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas ya estaba elaborado en el primer trimestre del año el proyecto de una nueva Ley de Hidrocarburos, que pretendía generar mejores condiciones de inversión, pero yendo más allá del interés por el desarrollo masivo de Vaca Muerta, sino que resulte abarcativa de todas las cuencas del país e inclusivo del sector minero.

Fuentes oficiales explicaron que más allá de las modificaciones que se le puedan realizar al proyecto para contemplar alguna cuestión surgida durante la coyuntura de la pandemia de coronavirus, el espíritu del proyecto sigue siendo el de buscar un marco normativo que permita al sector ser palanca para el desarrollo, a partir de un entramado productivo tecnológico y diversificado en todas las provincias.

«Queremos que el sector hidrocarburífero permita promover el desarrollo de una cadena con miles de empresas proveedoras más competitivas, impulsar el empleo directo e indirecto en todo el país, e incrementar las exportaciones, tanto desde la producción convencional como no convencional, el off shore, y lo que tiene para aportar la recuperación secundaria y terciaria», explicó la fuente

Otro escenario energético a la espera de definiciones es el de las energías renovables, sector que recibió un gran impulso durante la gestión Cambiemos mediante las distintas rondas del programa Renovar, pero que desde el Ministerio de Desarrollo Productivo se ve con «una mirada crítica» por tratarse de «un modelo muy vinculado al sector financiero internacional».

El vocero consultado cita casi textual las palabras que repite Kulfas sobre el tema, quien si bien reconoce que permitió impulsar un sector que venía rezagado es «un modelo que tuvo como eje un flujo financiero con inversores extranjeros que venía asociado a un paquete tecnológico, también importado y que debía incorporar jugadores nacionales, lo que no ocurrió».

De la variedad de tecnologías que las energías renovables comenzaron a desplegar en el país, las vinculadas con la energía eólica y la biomasa parecen tomar la delantera con este Gobierno: la primera por la existencia de un Cluster Eólico pre existente a la ley de promoción de 2015 y muy asociado a la industria metalmecánica, y la segunda por la amplia disponibilidad de abundantes residuos biomásicos en todas las regiones del país.

Una vez más el componente de proveedores locales, dispersión geográfica del desarrollo, agregado tecnológico local y generación de empleo, se presentan como las guías para las definiciones que el Gobierno dará a conocer para las energías renovables.

Otro sector que espera la señal de la actual gestión es el de los biocombustibles, una industria que logró alto grado de competitividad global a partir de la ley de promoción de 2006 -vence en 2021- pero que entró en modo de espera por las restricciones de mercados externos clave como el de Estados Unidos y Europa, y la falta de ampliación de su participación en el mercado local de naftas y gasoil, además del rezago en sus precios regulados.

Para este campo, el equipo del ministro Kulfas asegura que «el tema está en trabajo y evaluación para definir si es conveniente una prórroga de la Ley 26.093» que estableció el Régimen de Regulación y Promoción de los Biocombustibles, pero con la idea de centrar el apoyo en las empresas pymes y no en las grandes productoras que ya tienen competitividad desarrollada.

Las fuentes señalaron que por este tema «es saludable el diálogo con toda la industria, para rediscutir la ley, y en los próximos meses se va a tomar una definición no para terminarla sino para ver con qué condiciones continuarla, luego de un régimen que en 15 años dio muchos resultados positivos que este gobierno no quiere perder»:

Pero el sector de los biocombustibles miró con recelo en los últimos meses la irrupción con fuerza en la agenda energética -siempre más allá del petróleo y el gas- del tema de la electromovilidad, y que Kulfas llevó adelante públicamente al lanzar la convocatoria a su desarrollo, una vez más desde una mirada integral que incluye al litio, el mineral con que el país cuenta generosamente.

Orientada en principio a una red eléctrica de transporte publico, la idea del Gobierno es promover la industrialización del litio -recurso clave hoy para las baterías eléctricas-, la incorporación de las terminales locales y los fabricantes de autopartes y las empresas de transporte y sus rubros de servicios asociados, en el marco de lo que denominamos agenda verde

En este sentido, las fuentes explicaron que la aspiración es «poner en práctica lo antes posible un programa de alta tecnología», a tono con la tendencia global de la industria automotriz, que arranque con el litio y el desarrollo de una cadena completa de fabricación local de buses.