Demoras y largas filas para testearse en CABA

 

La Ciudad registró en los últimos días largas colas y demoras de hasta cuatro horas para hisoparse. Ante ese panorama y tras reconocer una «una tendencia muy acelerada de los casos», el gobierno porteño pidió que quienes no tienen síntomas no vayan a testearse a los hospitales públicos.

Tras varios días de largas colas y demoras de hasta cuatro horas para hisoparse, el Gobierno porteño debió pedir a quienes no presentan síntomas de coronavirus pero quieren realizarse un test que no asistan a los hospitales públicos y que concurran a los centros de testeos en Costa Salguero y La Rural, los cuales -anunció- quedarán abiertos a partir de hoy para la «población en general» y no solo para los viajeros y turistas.

Así lo informó este miércoles el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien solicitó que a las llamadas Unidades Febriles de Urgencia (UFU), que funcionan en hospitales públicos de la Ciudad, sólo «vayan las personas con síntomas (de Covid-19) porque hay allí una infraestructura para atender personas de cierto riesgo y por eso el proceso de atención es muy lento, porque requiere el examen clínico y los estudios complementarios que a veces requieren horas».

En otro orden, y pese al comunicado crítico a las medidas nacionales todavía no anunciadas que emitió la mesa política de Juntos por el Cambio, Quirós resaltó la «mirada en común» que mantiene la Ciudad de Buenos Aires con los Gobiernos nacional y bonaerense sobre la situación de la pandemia en el Área Metropolitana Buenos Aires.

«La visión de que tenemos que trabajar en disminuir, mitigar, los encuentros sociales de un lado, disminuir críticamente el riesgo de interacción social en la nocturnidad y que tenemos que cuidar de una manera el transporte público fue un consenso absoluto», resumió al hablar desde la sede del Gobierno porteño.

La solicitud de Quirós a la ciudadanía surgió luego de que este martes volvieran a registrarse largas colas para realizarse el test de Covid-19 en las UFU, sobre todo la que funciona en el Hospital Durand y luego de admitir que hay en la Ciudad una «una tendencia muy acelerada de los casos» de coronavirus.

«Están esperando tres o cuatro horas innecesariamente», dijo el ministro sobre las personas que, sin síntomas, asisten a las UFU, aunque evitó referirse a los episodios de desorganización, como los de las largas esperas en el club San Lorenzo y el Ital Park, la caída de turnos ya otorgados o la falta de dosis de vacunas, que motivaron la reacción y la críticas de la ciudadanía convocada a los centros porteños de vacunación.

Por eso, insistió en que el lugar para todos los que quieren realizarse el test pero que no tienen ningún síntoma son los dos centros de testeo habilitados tanto en La Rural como en el Centro de Costa Salguero, que de ahora en más estarán abiertos para la «población en general» y no sólo para viajeros que lleguen a la Ciudad o los porteños que se hayan ido de vacaciones.

Y pidió que las 21 unidades febriles queden desocupadas para la atención de personas que tienen síntomas. «Van a hacer un gran servicio a los que se sienten mal», dijo, y agregó: «Las unidades febriles no son el lugar para ir si te sentís mal».

Según aseguró el ministro, en La Rural la capacidad de atención es de 8 mil personas por día, mientras en Costa Salguero es de 6 mil. Por eso allí, dijo, «en 30 minutos vas a ser testeados, no es necesario que esperen cuatro horas».

Además, al ser consultado sobre si en esos centros también se atiende a personas que llegaban del conurbano bonaerense, Quirós aseguró que «el sistema público esté abierto para toda persona que lo necesite».

Durante la conferencia de prensa en la que semanalmente describe la situación de la pandemia en el distrito, Quirós señaló que más allá de los aumentos de casos en el distrito, «la letalidad específica (en adultos mayores) está empezando a descender en la ciudad sin ninguna duda producto del proceso vacunatorio en la Ciudad de los mayores de 60 años».

Sin embargo, puso la mirada en los jóvenes ya que «analizando los mecanismos de transmisión se ve con toda claridad» que los mayores contagios se dan en «el grupo de 15 a 40 años, por la socialización, sobre todo nocturna y la socialización general».

«Es una segunda ola que lleva dos semanas, que tiene una aceleración muy intensiva y que tiene valores de casos muy altos, una segunda ola que en la Ciudad tiene un componente de edad joven y mediana muy intenso y de edad muy avanzada con cierta protección epidemiológica por la vacuna, esa es la descripción epidemiológica», dijo el ministro.

Por su parte, el subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria, Gabriel Battistella, destacó que los aumentos también ese están registrando en los barrios vulnerables, aunque aclaró que «si bien hubo un leve ascenso, no es la misma proporcionalidad que en el resto de la Ciudad».